COMO VENCER EL TEMOR
Estos tiempos de pandemia se han vuelto tiempos peligrosos; no porque haya un virus en las calles, sino porque son muchos los cristianos que desmayan y caen en el temor y la desesperación, y llegan a confiar más en medidas terrenales que en la protección de Dios. Por eso debemos ponernos al tanto acerca del temor y como combatirlo para evitar caer en él.
¿Qué es el temor?
Según el diccionario la palabra temor se define como “sentimiento de inquietud o incertidumbre ante un peligro real o imaginario. Temor de que suceda algo contrario a lo que tu deseas.”
Pero la biblia habla de dos tipos de temor; el temor de Dios (reverencia, respeto hacia
Dios) y el temor de la carne. Este segundo temor no es para nada beneficioso y es el “espíritu de cobardía” que menciona 2 Timoteo 1:7 y según ese versículo
queda claro que este “espíritu de temor” no viene de Dios.
¿Cómo se contagia el temor?
Aunque no lo
creamos el temor es contagioso y mortal, por eso debemos estar siempre
despiertos y alertas para no contagiarnos de temor. Este se transmite entre
personas con falta de fe y poco nutridas de la palabra de Dios.
Para evitar
contagiarnos de temor debemos hacer lo siguiente:
· Estar siempre en oración: “Orad sin cesar.” 1 Tesalonicenses 5:17
· Alimentar nuestro espíritu de la palabra de Dios unos con otros, dándonos ánimo para que ninguno desmaye: “Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis…” Isaías 35:3-4
Síntomas que muestran que has sido contagiado por el espíritu de temor
Cuando una persona está llena de temor muestra los siguientes síntomas: falta de confianza en la protección Dios, la persona decae espiritualmente, se ve afectada la comunión con el Señor, el afectado habla más acerca del peligro que de la fe, la persona busca resguardarse del peligro por sus propias fuerzas y en el peor de los casos la persona muere espiritualmente.
¿Cómo podemos vencer el espíritu de temor?
Ninguno de nosotros esta exento de caer en temor o desesperación, por eso Dios nos ha dado aliento contra el temor a través de su palabra. Comenzando desde el libro de Génesis y continuando a través de toda la biblia hasta Apocalipsis, Dios nos dice “No temas”.
Hay tres cosas que debemos saber para poder combatir el temor:
2. Debemos confiar plenamente en Dios; “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” (Isaías 41:10). Confiar en Dios es rehusarse a ceder ante el temor. Es acudir a Dios aún en los tiempos más oscuros y confiar en que Él está en control de todo. Esta confianza procede de conocer a Dios y saber que es un Dios bueno. Como dijo Job cuando estaba pasando por el momento más difícil de su vida “He aquí, aunque él me matare, en él esperaré;” (Job 13:15).
3. Tenemos que saber que nuestras vidas son de Dios y para Dios, estamos en esta tierra para cumplir su voluntad y luego de morir seguiremos adorándole a él “Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.” (Romanos 14:8). El mismo Jesús dijo: “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.” (Mateo 16:25). Y también el apóstol Pablo estaba consciente de que “el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.” (Filipenses 1:21). Y tenemos que saber que estaremos en esta tierra el tiempo que Dios ya ha dispuesto y ninguna cosa que hagamos ni ninguna medida preventiva que tomemos podrá hacer que vivamos más.
Asi como combatimos el temor, debemos ser de apoyo para nuestros hermanos en su lucha contra el temor y no caer en la desesperación, porque somos un cuerpo, y cundo un pie se duerme el resto del cuerpo trabaja para seguir erguidos y no caer.
y noticias que infunden temor y ábrelos para oír la palabra de Dios.
Una vez que hayamos sido perfeccionados en el amor de Dios, hayamos aprendido a confiar en Dios, y hayamos entendido que no debemos temer a morir porque para nosotros es el comienzo de nuestra vida eterna con Cristo, ya no tendremos temor de un microscópico virus ni de ninguna otra cosa que pueda venir en contra de nosotros. Seremos como el salmista que con confianza dijo: “alégrense todos los que en ti confían; Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; En ti se regocijen los que aman tu nombre. Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor.” (Salmo 5:11).
ten miedo a llenarte de temor ¡es mucho más peligroso y mortal!
Reflexión: ¿El temor invade mi vida o he aprendido a no temer y confiar plenamente en Dios?
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